viernes, mayo 24, 2013

Un colibrí para una valiente guerrera.

Fotografía de Fernando Cano Busquets

El día de hoy se cumple un mes desde que falleció mi hija menor. Ella nació hace siete años con una condición genética particular, que hacía que su apariencia fuera delicada y frágil… aunque en realidad era una valiente guerrera…

Por alguna razón me hacía pensar en un colibrí, siempre activa, pequeña y danzante, llenando de vida todo lo que tocaba… No volaba, es cierto, pero se reía de una manera que la hacía ligera…

Hoy busco en internet alguna imagen de un colibrí hermoso, para tatuarla en mi antebrazo en honor a Isa, y me he encontrado con su hermoso blog dedicado a los colibríes. Por esto me animo a compartirles otra experiencia, que sucedió hace unos días en el jardín de mi suegra.

Era miércoles, habían pasado tres semanas de la muerte de Isabel. Mi esposo llegó en la tarde con una mirada extraña en los ojos. Me llamó aparte y me dijo: ”tengo trabajo”. Hacía justamente un año que había perdido su empleo en una gran trasnacional… Y al tiempo que me lo contaba, un pequeño colibrí verdeazul revoloteaba entre las flores… y yo supe que era mi hija con un mensaje para nosotros…

Un abrazo desde México,


Daniela Osorio