sábado, diciembre 04, 2010

Colibrí maya

Desde La Rioja, España, Rubén Lapuente nos envía una imagen y un hermoso poema sobre esa hermosa ave a la que hacemos homenaje en este blog.


Se acabó el barro
¡Y faltaba tanto por hacer!
como esa forma
que parecería
la que llevara nuestros deseos
o la que se confundiría
con la fugaz llama
que si saliera de la muerte
de a quienes hemos amado
no la entreveríamos nunca

Del tamaño de un pulgar
Que al sol
se le viera como
de retazos de arco iris
Con raíces en el viento
De boca en pico de lezna de zapatero
Que besara los clarines de guerra
de las enredaderas
Que bebiera de las fuentes
de licor dulce de sus cálices

Como una esmeralda viva
sosteniéndose
al redoble
de frenéticos abanicos en cada ala
del trapecio del sol

Y que pareciera de mentira

Puro como un nacimiento
Bello como un mar de luces en ascuas
Que aunque vuele para libar
y libe para poder volver a volar
no sospeche
de su vasallaje a la naturaleza
en su alforja
de migajas de oro:
tejedor de vida

Se acabó el barro de los dioses
Y de piedra de jade perlada
le tallaron
como una flecha menuda

Y al soplar sobre ella
¡Oh! Salió volando
colibrí
©Rubén Lapuente