miércoles, noviembre 21, 2012

65 quindes enfrentan el cambio climático



Entre el 19 y el 21 de noviembre de 2012 se llevó a cabo la Cumbre de Bogotá “Ciudades y Cambio Climático”. Una de las ciudades invitadas fue Quito quien ofreció en el Jardín Botánico José Celestino Mutis, como homenaje a la cumbre, una exposición de 65 esculturas similares que representan al colibrí, o quindes en nombre quechua, exposición que tiene por título Quito Jardín de Quindes.

En el Ecuador existen 130 especies de quindes , de las cuales 54 se encuentran en el Distrito Metropolitano de Quito. Las esculturas fueron realizadas por el artista ecuatoriano Nixon Córdova. Cada una mide  1.70 metros de alto, con alas extendidas sobre una base de 1.10 metros. Están trabajadas en resina sintética con un acabado similar al mármol blanco. Las obras fueron intervenidas por artistas, pintores, escultores, arquitectos, graffiteros, publicistas, quienes se encargaron de darle color a las esculturas.

(Fotografia y fragmentos de texto tomados de la página del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis)

sábado, noviembre 17, 2012

¡Super Colibrí!

Desde aquí mismo desde Bogotá, dos queridas amigas Gabriela y Aura nos hacen llegar este hermoso mensaje:



‹‹Súper Colibrí! A luchar por la Naturaleza!›› Esta fue una frase que escuchamos varias veces en el Halloween de hace unos días… 

Sí, le hice a mi niña de dos años, un muy poco convencional pero muy amado, traje de colibrí.

… algunos tal vez se preguntarán, y por qué un disfraz de colibrí? … porque siempre que la abrazo y cierro los ojos, siento en mi interior los especiales colores de luz del colibrí: azules, verdes, rosas, violetas, amarillos iridiscentes… dando giros y vuelos, y también permaneciendo suspendidos por momentos, con la vibración y el sonido de los colibríes, que encienden la felicidad en mi corazón!

… o, algunos tal vez se preguntarán, y por qué súper? … porque la vida es súper! y estos hermosos pájaros nos lo recuerdan con su mágica presencia!

Gracias Andrés por darnos espacio en este blog sobre los colibríes y gracias a todos los que han compartido aquí su amor por ellos.

Un abrazo, Gabriela

domingo, abril 22, 2012

Un colibrí de cristal



Hoy pasó volando por el frente de la ventana de mi apartamento un colibrí de cristal. Fue un regalo de mi querida amiga y vitralista colombiana Gloria Eugenia Echeverri (eugeniaecheverri@gmail.com).

domingo, abril 15, 2012

VI Cumbre de las Américas

Y nuestro querido colibrí fue la imagen gráfica de la VI Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Cartagena, Colombia, en abril del 2012.







jueves, febrero 16, 2012

Símbolo de nueva vida y esperanza…

Fátima, la hijita de Claudia, con la pintura hecha por su mamá y rodeada de colibríes en la cortina



Hola, me llamo Claudia Acosta y soy de Xalapa, Veracruz, México y visité su página sobre el colibrí tejedor de vida...

Solo quería contar que hace tres años aproximadamente empecé a interesarme por el significado del colibrí pues nació mi hija, y precisamente cuando me encontraba en labores de parto del hospital donde me encontraba apareció un colibrí en la ventana que daba hacia la cama del cuarto del hospital.

Había tenido un embarazo difícil, con riesgo de aborto en dos ocasiones; duré en labor de parto 22 horas, y sentía que ya no tenía fuerzas para dar a luz. De repente me percaté de este simpático pajarito en la ventana, allí no había flores, ni nidos, solo era una ventana en lo alto del edificio, supongo que descansaba. El ave se quedó allí por varias horas, y justo cuando me dijeron los doctores que era hora de dar a luz, el ave se fue. Algo sin duda curioso.

Investigando, en diferentes fuentes, encontré información en la que el colibrí tenía algo que ver en la época prehispánica con las mujeres parturientas y mensajes de deidades de ésa época. No sé que me podrían informar al respecto, solo sé que esa fue una linda experiencia y por ello, realice una pequeña pintura de un colibrí para ponerlo en la ventana del cuarto de mi hija, como símbolo de nueva vida y esperanza ¡¡Muchas Gracias!!

La bendición de los colibríes

Patricia Alejandra Morante desde Argentina comparte con nosotros una imagen y un hermoso poema:




A veces me despierto pensando en colibríes:
en la inmensa vida de sus diminutos cuerpos,
en la genuina libertad de sus ligeras alas.

A veces, en invierno, recuerdo la tibieza vital
con que han honrado mi casa.
Un nido pequeño que se iba ensanchando
para comodidad de sus huéspedes.
Un ir y venir con alimento,
y el silencio profundo de la siesta.

A veces, la lluvia, revive en mí
el deseo de un nuevo canto,
las ansias de una primavera esencial.
Y añoro a los colibríes:
a los de la infancia
que despertaban cuentos y leyendas;
a los del ayer inmediato... los mismos,
que bendijeron mi hogar
y crearon más historias.

¿Qué corazón los cobijará mañana
de las inclementes manos
de esta ciudad escasa de flores
y terca de ruidos y cemento?


Quienes quieran conocer la historia que inspiró a Patricia Alejandra para escribir este poema la pueden ver en su blog en ESTE ENLACE.

lunes, febrero 13, 2012

Un colibrí trompetista

Navegando por el blog de Germán Machado http://machadolens.wordpress.com/ me encontré un hermoso poema que Germán me autorizó a reproducir:

Fotografía de Luis Mazariegos

El colibrí

Se sostiene en el aire
como una nota musical.
El colibrí
picotea la flor del hibisco,
que es como una trompeta
vibrando en si bemol.

A veces, el picaflor
dirige la orquesta
con su pico de batuta
y su frac
de un verde terso,
tornasol.

Entonces, las flores
tocan una sinfonía dulce
y calma.

El viento se detiene a escuchar,
y aplaude mansamente
cuando terminan.

El colibrí caído: ¿Novela?

El escritor y gestor cultural uruguayo Germán Machado nos hace llegar lo que parece ser el comienzo de una novela de la cual transcribo los primeros párrafos:


El miércoles pasado apareció en la puerta de casa, bajo un laurel frondoso, un pequeño colibrí. Había caído en el piso, y si se salvó del ataque de los gatos fue por pura casualidad.

Al día de hoy, aún no sé si es hembra o macho: creo que es hembra, por algunas características de su plumaje. No sé si es pichón (tiene todo el plumaje, lo que indica cierto crecimiento) o un pájaro ya maduro (es un poco más pequeño que los colibríes que andan en la vuelta del jardín). No sé si está sano o tiene algún problema en las alas: por lo pronto, su aleteo es débil y desprolijo, y apenas se puede movilizar.

He consultado a través de las redes sociales sobre cómo criarlo, alimentarlo, abrigarlo, prestarle asistencia para que pueda volar e irse por ahí. Me han dado consejos de los más variados. Algunos los intenté poner en práctica. Otros los descarté.

De momento, solo lo alimento (con una mezcla de agua y azúcar) e intento que vuele: lo empujo a ello, pero no hay caso.

La gente en general se entusiasmó con esta experiencia que, lo reconozco, no es frecuente. Como además de las consultas he ido posteando a diario cómo evoluciona el pájaro, se generó una cierta expectativa. Los contactos de mis redes sociales van siguiendo el caso, como si se tratara de una novela por entregas. Y este es el punto: alguien me escribió en un comentario: «es para una novela».


Invito a los visitantes a darse una pasada por el blog de Germán, Garabatos y Ringorrangos, y leer la historia completa en ESTE ENLACE.

viernes, febrero 10, 2012

¡ Que viva la vida !



Desde Washington la artista mexicana J. Regina Davis de Izaguirre envía a nuestro blog una hermosa contribución de dos de sus pinturas.

En su mensaje Regina expresa: 


“Contribuyo a tu blog con estas imágenes de pinturas que he realizado. Estoy fascinada con los colibríes, se me hacen un símbolo de vida excepcional y muy especial…..

…Espero estas imágenes lleguen a alguien y cumplan con el propósito de enriquecer la vida misma….

Gracias y que viva la vida.

R. Davis Izaguirre
Artist
www.reginarte.com


jueves, febrero 09, 2012

Reencuentro familiar

Desde Machetá, en una bella región cerca de Bogotá, Heidi Pol, citando las palabras de un relato de su madre, nos hace llegar una imagen y una hermosa historia:



“Un día de Abril  tocaron a la puerta de nuestra finquita cerca a Machetá. Eran Diego y David, dos niños de la región que conocen mi pasión y amor por las aves. Diego tenía en sus manitas un invaluable tesoro…  Mire Sra. María, lo que encontré… Era un pichón de colibrí, diminuto casi tan grande como un dedal, perfectamente formado con sus alitas verde esmeralda, su piquito inquieto y unos ojotes abiertos que me dejaron sin habla. Lo encontramos al lado del río, solo, sobre una piedra y como no sabemos nada de pájaros bebés, se lo trajimos para que usted lo cuide.

Sin esperar les di las gracias y me preparé  para la importante misión. Primero una buena dosis de agua azucarada, luego un lugar seguro donde dormir. La antigua jaula  de barritas de guadua quedó perfecta y mullida con un poco de musgo que recogí.  Esa noche retomé mi rol de madre abnegada y alimenté a mi bebé pájaro cada tres horas.

Al día siguiente consideré conveniente comenzar las clases de vuelo, así que en el cuarto más pequeño de la finca cerré la puerta y coloqué cojines en las esquinas. Al pequeño lo coloqué en el borde de la cama. Y efectivamente llegó al piso, pero más que un vuelo fue un salto arriesgado batiendo sus alitas de vez en cuando. Esto de volar es un proceso, pensé, mañana seguiremos las clases. Así se desarrolló mi vida durante dos días con las quejas de mi marido, que con razón se sintió relegado por mi  dedicación al pajarito.

Al tercer día sucedió algo que aún no puedo creer… Había dejado en la mañana al pichón en su jaula colgada en la baranda de la casa. Escuché un aleteo y recordé  que había dejado la puerta de la jaula abierta así que pensé que el pajarito había intentado volar. Salí corriendo y cuál no sería mi sorpresa al ver un colibrí adulto revoloteando alrededor de la jaula. Ambos emitían un sonido particular, era evidente, estaban  reconociéndose. La madre procedió entonces a alimentar a su pequeño con el pico.

¿Cómo era posible que la madre lo hubiera encontrado luego de tres días y a casi un kilómetro del río? Dejé todo el día la puerta de la jaula abierta y me dediqué a observar…. Lo mejor estaba por venir.

Al quinto día de esta preciosa experiencia apareció un nuevo actor en la escena. En la mañana no solo me topé con la madre, también estaba el padre quien luego de la sesión de alimentación instigó a su pequeño a salir volando de la jaula. Así lo hizo y saltó a la baranda y al suelo y luego del suelo a  la baranda y así durante casi tres horas, hasta que los tres tomaron vuelo y se perdieron entre los árboles, dejándome con una sensación de infinito amor…….

Citando las palabras de mi madre, gracias mamá por esta preciosa historia

Heidi”

martes, febrero 07, 2012

Tomando el té.

Fotografía de Peter Hoell

Buenos Dias ,

Mi nombre es Rous Alexander y vivo en Colombia.

Estaba perplejo por algo que me acabó de ocurrir : Estaba sentado en la puerta de mi habitación , vivo en un tercer piso con una vista increíble y estaba tomándome el té que siempre tomo en las mañanas escuchando música hermosa antes de irme a trabajar .

Mientras contemplaba el paisaje y las montañas de esta fresca mañana se posó un colibrí en mi hombro y otro casi entra por mi puerta abierta. Eso me maravilló, entonces quise saber el significado de eso y bueno aquí estoy saludándolos y nada pues Dios los bendiga ...

Atte Rous 

sábado, febrero 04, 2012

Feliz cumpleaños Lautaro

Cintia, desde algún lugar de nuestro continente americano, me hace llegar la siguiente historia:

Fotografía de Luis Mazariegos

…..” yo les quiero contar la mia ....

Mi abuela era una mujer muy alegre que cosía donde daba una ventana grande. A la tarde, cuando el sol no estaba muy fuerte, ella se sentaba en su máquina. Mientras cosía se podían ver algunos colibríes revoloteando en la ventana.

Cuando mi abuelita falleció mi papá estaba muy triste llorando en su casa, cuando ve un colibrí en su patio. Él lo mira y le dice: si sos mi mamá acércate… El colibrí voló hacia él hasta casi tocarle la nariz.. Él siempre dijo que mi abuela había reencarnado en uno de esos frágiles y bellos pajaritos.

Eso no es todo el 28 de enero, a 15 minutos de que mi hermano Lautaro cumpliera sus 18 años, se largó a llorar desconsoladamente recordando a mi abuela.... El 29 después de cantarle el cumpleaños vio salir de la pieza un colibrí. Quedamos todos sorprendidos, emocionados. Él dijo: la abuela vino a saludarme. Fue algo muy fuerte, el colibrí se le paró sobre la cabeza.

Pero eso no fue todo.... Se dejo agarrar…. Todos tuvimos la oportunidad de tocarlo.... Para mí fue mi abuela que vino a demostrarnos que lo que muere es el cuerpo…. Yo sentí que me dijo: acá estoy siempre con ustedes, acompañándolos. Y se quedó con mi hermano festejando su cumple hasta las 6 de la mañana!!!!!!!

Gracias abuela….”

lunes, enero 16, 2012

Picaflor (Leyenda Guaraní)

Desde Uruguay, Paula Cariboni me hace llegar el siguiente mensaje:

Hola, mucho gusto,  mi nombre es Paula y soy uruguaya. Encontré tu página en internet ya que anoche soñé que un colibrí o picaflor entraba a mi casa. Es más, creo que habló conmigo en el sueño pero no puedo recordar que dijo. Me pareció oportuno enviarte esta leyenda ya que en Uruguay es muy conocida.

Beso



Cuentan los ancianos que el gran Tupá es justo y bueno cuando justa y buena es la intención de los hombres. Y la intención de Potí y Guanumby fue la más noble que existe en este mundo: amarse siempre y mucho, más allá del cielo y de la tierra, del tiempo y de la muerte, de la vida y de la humanidad.

Eran sus familias de tribus enemigas y hacía tanto tiempo que se odiaban que ya nadie conocía la razón. Cuentan que Potí era bella. Bella como el alba en primavera. Bella como el viento del atardecer que arrastra las hojas en otoño y alivia a los hombres del verano. Bella como el sol que acaricia los rostros y alumbra la sombra del invierno. A Guanumby no le costó enamorarse, y muy pronto Potí también lo amó.

Una y diez mil veces se encontraron más allá del monte blanco, bajo el sauce criollo, sin que nadie los viera. Pero un día la hermana de Potí sospechó. Sigilosa, la siguió hasta el monte y descubrió el secreto. Y enseguida se lo confió a su padre.

Al día siguiente, como siempre, Guanumby cruzó el monte blanco y esperó bajo el sauce. Pero Potí no llegó.  Desesperado, se acercó a la aldea, a riesgo de que lo mataran. Y encontró a Potí discutiendo fervorosamente con el cacique de su tribu:

 ─¡Jamás lo permitiré! ─le gritaba él.

 ─¡Estoy enamorada de Guanumby! ¡Debes entenderlo, padre!

 ─¡Nunca! Por la mañana te casarás con uno de los nuestros, y esa es mi última palabra.

Entonces Guanumby salió de su escondite. Como si hubieran podido ensayarlo una y diez mil veces gritaron al unísono, ante el horror del cacique:

─¡Oh, gran Tupá, no lo permitas!

Cuentan los ancianos que jamás se vio en la tierra otro prodigio igual. De pronto Potí y Guanumby vieron sus propios cuerpos, extrañados, como si ya no les pertenecieran. Potí se deshizo en un tallo pequeño pero firme y su piel se fue volviendo suave como un terciopelo: era una flor, una flor bellísima como ella misma lo había sido antes de que el gran Tupá la transformara.

Guanumby, al mismo tiempo, se volvió ligero como el aire: dos alas diminutas, casi transparentes y veloces lo mantuvieron en vuelo y, desesperado por encontrar a Potí, se alejó torpemente del lugar. Desde entonces la busca. Huele cada flor de cada monte de cada de cada aldea. Besa con su pico las corolas más bellas con la secreta esperanza de encontrarla. Cuentan que unos hombres lo vieron y quedaron extasiados por el color de sus plumas y la rapidez de sus movimientos.

 ─Picaflor ─lo nombraron, porque una y diez mil veces lo vieron escarbando con su pico el interior de las flores, ignorantes de que Guanumby solo busca los besos de su amada.

- Texto e imagen tomados por Paula del blog “Mi ventana al mundo” en ESTE ENLACE.