Patricia Alejandra Morante desde Argentina comparte con nosotros una imagen y un hermoso poema:
A veces me despierto pensando en colibríes:
en la inmensa vida de sus diminutos cuerpos,
en la genuina libertad de sus ligeras alas.
A veces, en invierno, recuerdo la tibieza vital
con que han honrado mi casa.
Un nido pequeño que se iba ensanchando
para comodidad de sus huéspedes.
Un ir y venir con alimento,
y el silencio profundo de la siesta.
A veces, la lluvia, revive en mí
el deseo de un nuevo canto,
las ansias de una primavera esencial.
Y añoro a los colibríes:
a los de la infancia
que despertaban cuentos y leyendas;
a los del ayer inmediato... los mismos,
que bendijeron mi hogar
y crearon más historias.
¿Qué corazón los cobijará mañana
de las inclementes manos
de esta ciudad escasa de flores
y terca de ruidos y cemento?
en la inmensa vida de sus diminutos cuerpos,
en la genuina libertad de sus ligeras alas.
A veces, en invierno, recuerdo la tibieza vital
con que han honrado mi casa.
Un nido pequeño que se iba ensanchando
para comodidad de sus huéspedes.
Un ir y venir con alimento,
y el silencio profundo de la siesta.
A veces, la lluvia, revive en mí
el deseo de un nuevo canto,
las ansias de una primavera esencial.
Y añoro a los colibríes:
a los de la infancia
que despertaban cuentos y leyendas;
a los del ayer inmediato... los mismos,
que bendijeron mi hogar
y crearon más historias.
¿Qué corazón los cobijará mañana
de las inclementes manos
de esta ciudad escasa de flores
y terca de ruidos y cemento?
Quienes quieran conocer la historia que inspiró a Patricia Alejandra para escribir este poema la pueden ver en su blog en ESTE ENLACE.
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